miércoles, 11 de abril de 2007


mirame, desde arriba.
fijate, bien de cerca se puede ver
que soy cristal de amanecer.
somos cenizas sobre un cafe sin probar.
todas las vueltas, todas las vueltas que das.
y luego te arrepientes, como nunca, como siempre.-
soy tan azul, tan de cristal, tan de mentira, tan de verdad.
siempre líquida, nunca real.
y me crees todo.
te encanta prenderme fuego
y luego, luego te arrepientes.
y juegas con mis cenizas.
te encanta verme llamear.
me encanta volverme polvo y espanto.
y cuando la brisa de un canto lejano
me venga a buscar;
me ire volando, hacia el mar.
me encanta ser cenizas.
y nunca dejarme atrapar.

1 comentario:

Quijote dijo...

Me asfixian las palabras que deseo encadenar para llegar a la profundidad inmensa de tu alma y me es inevitable transpirar pensamientos en tus espacios. Invitas a pensar, me llamás a sentir.
Transcribo mis versos en forma de manzanas y me deslizo gravitando suavemente por el parapeto del inconsciente. Tal vez tan reales y tan suaves que a veces se confunde el agua que mana del éter con nuestras lágrimas! Somos tan térreos y tan siderales, que a veces el vinoso Ponto se acerca a nosotros y susurra melodías inteligibles. ¡Tanta Dulzura! No hay Flor Origami que pueda compensar el sentimiento de dicha que acompaña el fluir lento y randomizado de las notas acuosas.