
mirame, desde arriba.
fijate, bien de cerca se puede ver
que soy cristal de amanecer.
somos cenizas sobre un cafe sin probar.
todas las vueltas, todas las vueltas que das.
y luego te arrepientes, como nunca, como siempre.-
soy tan azul, tan de cristal, tan de mentira, tan de verdad.
siempre líquida, nunca real.
y me crees todo.
te encanta prenderme fuego
y luego, luego te arrepientes.
y juegas con mis cenizas.
te encanta verme llamear.
me encanta volverme polvo y espanto.
y cuando la brisa de un canto lejano
me venga a buscar;
me ire volando, hacia el mar.
me encanta ser cenizas.
y nunca dejarme atrapar.
1 comentario:
Me asfixian las palabras que deseo encadenar para llegar a la profundidad inmensa de tu alma y me es inevitable transpirar pensamientos en tus espacios. Invitas a pensar, me llamás a sentir.
Transcribo mis versos en forma de manzanas y me deslizo gravitando suavemente por el parapeto del inconsciente. Tal vez tan reales y tan suaves que a veces se confunde el agua que mana del éter con nuestras lágrimas! Somos tan térreos y tan siderales, que a veces el vinoso Ponto se acerca a nosotros y susurra melodías inteligibles. ¡Tanta Dulzura! No hay Flor Origami que pueda compensar el sentimiento de dicha que acompaña el fluir lento y randomizado de las notas acuosas.
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