
Sonaron las sombras escurridizas que besaban eróticamente la manija demoníaca. En la oscuridad terrenal de la madera que edificaba la puerta se podían ver los rastros de los gritos que habían pasado el verano en ella. Tenía 17 historias grabadas en las betas guías del corte profundo que las haría muebles. A traves de los vidrios se veía la inmensidad del llanto, los arañazos que cubrían el suelo, abolladuras que carcomian la mesa. La corteza marcaba el camino hacia la natural libertad de la locura. Una vez abierta, el viento entra y llena el aire. Así que abrió la puerta y esperó. Esperó a que su habitación se inundara del oxígeno delicado que traen los huracanes una vez que mueren en el olvido.
3 comentarios:
siempre dije que eras muy buena escritora y este blog lo rectifica.
tanta poecia en tu cuerpo que se denota en tus ojos, tus manos.
te quiero mucho.
Lentamente dejó que la estroboscópica incandescencia de los astros interfirieran en sus conexiones neuronales. La imagen ya estaba tatuada en el aluro de plata y ella no sabia que la espectroscopía de sus movimientos era retenida en el tiempo, negándose a morir. Alza los hombros e infla el abdomen hasta el infinito, ya no teme al declive, pues su cuerpo es un refugio de soles.
"Llamad al advenimiento de nuestros miembros y la necropsis de las letras sera una realidad"
te amo tanto, entre telas, en las sombras, a la luz del día.
te amo y nada lo cambia, ni millones de jinetes cabalgando a mi encuentro desierto, ni las lagrimas insurrectas, ni el tacto insensible. nada cambia cuanto te amo.
Publicar un comentario